La segunda exposición del día 3 de noviembre nos habla de lo mismo que la primera, pero planteándose otros aspectos no tan positivos sobre la escuela 2.0.
Según estos, el proyecto de escuela 2.0 no significa un avance en las escuelas sino un gasto que no nos podemos permitir con la actual crisis y que serviría para digitalizar la enseñanza en vez de incentivar nuevos medios para ponerla en práctica.
En el artículo la autora nos habla de que cree necesario medir en los informes PISA la felicidad y los resultados académicos que estos nuevos medios nos proporcionan. Para ello se realizarian una serie de encuestas o cuestionarios pero que nos ofrecen resultados cuantitativos y la felicidad de los estudiantes no es algo que se pueda medir asi.
También nos hablan de que las editoriales innovadoras ofrecen un monton de recursos como blogs o plataformas para educación. Hasta ahora se ha conseguido introducir en las aulas Internet, libros electrónicos, portátiles...
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